Hacer el Amor

"Hacer el Amor es como estar naciendo. Es amanecer en todo el cuerpo. Es no tener pasado ni recuerdos.

Hacer el amor es estrenar las ansias, es convertir caricias y los cinco sentidos en algo nuevo, nunca antes usado.

Es ver por primera vez. Oír por primera vez. Tocar por primera vez. Oler por primera vez. Sentir por primera vez el gusto agridulce de la transpiración y los jazmines.

Hacer el Amor es multiplicar por dos todo lo bello, lo mágico, lo bueno, lo creativo que cada uno tiene.

Y es dividir por dos todo el dolor.

Es darlo todo y esperarlo todo.

Es tener la generosidad más exagerada y a la vez el egoísmo más atormentado.

Es que el otro seas vos, y vos el otro, y ambos sean sabios, sepan de qué manera y con qué ímpetu se puede lograr la unidad perfecta. Cuáles son las palabras del mantra secreto que les dará una inyección de vida, que les disolverá la angustia y el miedo.

Es explotar el otro cuerpo viéndolo hermoso, aunque no sea hermoso, porque lo que lo vuelve hermoso es lo que se siente, lo que hace vibrar, estremecerse, lo que te hace sentir, lo que te brinda.

Es creer y quitarse de encima las costumbres y los perjuicios para poder ser quien realmente uno es.

Saber que la puerta está abierta, pero nos quedamos.

Y nos quedamos,  porque el amor nos necesita y lo necesitamos, porque el encuentro de dos seres que se aman es el verdadero milagro, el más difícil, el más importante.

Hubiéramos podido cruzarnos por ahí sin vernos, mirando hacia otro lado, distraídos… O haber pasado a diferentes horas por el mismo lugar, o no haber pasado nunca… Y no nos hubiésemos encontrado.

Tuvo que haber un "algo", un mandato divino, una muy bien estudiada casualidad, para que , entre los cientos de millones de habitantes del mundo, vos y yo coincidiéramos en el mismo lugar al mismo tiempo.

Y que vos supieras.

Y que yo supiera.

Para que alguna vez los dos supiéramos… alguna vez, quizá, que hacer el amor es siempre un estreno, como enamorarse, y no subir, sino, volar a las estrellas y traerlas a nuestra geografía imperfecta, para que las estrellas produzcan el luminoso incendio, el fuego purificador que transforma la carne en todo el cielo…."

Locos De Amor…

Toda pareja vive en una situación vulnerable. Es raro estar con el amor de nuestras vidas y todo indica que algún día uno de los dos conocerá a alguien más deseable.

Las personas buscan a la persona mas deseable que pueda aceptarlas, y es por eso que la mayor parte de las bodas une a un novio y una novia de aproximadamente el mismo grado de deseabilidad. Los diez se casan con diez, los nueves se casan con nueves, etcétera. Eso es exactamente lo que tiene que pasar en un mercado en el que se quiere obtener el mejor precio posible (la otra persona) por el producto que se ofrece (uno mismo).

Sin embargo… la mayor parte de la gente se encuentre en algún momento con alguien que debería ser perfecto pero con el cual, por algún motivo, no hay química.

¿Por qué entonces, los principios de la compra inteligente solo nos dan estadísticas generales sobre la elección de pareja, pero no la elección final?

La razón es que comprar con inteligencia no basta. Ambas partes tienen que cerrar el trato.

En algún lugar del mundo esta la persona mas atractiva, rica e inteligente que seria ideal para nosotros. Ese ideal, sin embargo, es difícil de encontrar, y se puede morir en la soltería si se insiste en esperar a que esa persona aparezca. Por eso, se opta por la mejor persona que apareció hasta el momento.

"La pasión romántica utiliza el mismo sistema de dopamina que interviene en otros impulsos, obsesivos, como la drogadicción".

Nuestra pareja hizo exactamente el mismo calculo, lo que hace que ambos quedemos en una situación de vulnerabilidad. Todo indica que algún día uno de los dos va a conocer a alguien mas deseable, tal vez un Brad Pitt o una Angelina Jolie disponibles se muden a la casa de al lado. Si siempre se apunta a lo mejor que se pueda conseguir, en ese momento dejaremos a nuestra pareja. Pero a esa altura esta ya invirtió tiempo, crío hijos y dejo pasar oportunidades al permanecer en la relación. Si se tiene en cuenta todo eso, nuestra pareja habría hecho un muy mal calculo al comprometerse en la relación, y lo mismo vale para nosotros. En este mundo de actores racionales, ninguno de los dos podría entonces apostar al otro. ¿Qué podía llevarnos a confiar en el otro lo suficiente como para dar ese gran salto?

Una respuesta es: en primer lugar, no hay que aceptar a alguien que nos quiera por motivos racionales.

Hay que buscar a alguien que tenga un vinculo emocional con nosotros por ser quienes somos.

Si la emoción que anima a esa persona no se relaciona con nuestro valor objetivo como pareja, esa emoción no cambiará si aparece alguien que tenga un mayor valor objetivo como pareja que nosotros. También debe haber indicios de que esa emoción no es fingida, algo que indique que el comportamiento de esa persona esta bajo el control de las partes involuntarias del cerebro, las que están a cargo del ritmo cardiaco, la respiración, el rubor, etcétera… ¿Esa emoción les suena familiar? 

Cuando Alguien No Nos Quiere…

En la vida te encontraras con golpes fuertes que no se pueden evitar. Son cosas que nos dejan sin aliento, con un sabor de sal y lágrimas. En la vida sucede que no estamos solos y ante ello formamos cadenas de unión, no siempre con las personas acertadas, por el contrario, la equivocación nos lleva mas de una vez a escribir en un cuaderno una frase del alma. Es un pedido del corazón de sentirse amado/a por alguien.

Mas ese alguien, muchas veces se fue. Ya no esta mas. Alguien ya no nos quiere. Es cuando sentimos el dolor de ya no ser alguien en su vida, cuando un abismo nos abraza fríamente en la soledad de una habitación. Pero la vida continua, todo a nuestro alrededor sigue su marcha tal como siempre y sin embargo, se nos hace un nudo en la garganta, una opresión que no nos abandona en ningún momento. Todo parece detenerse en el tiempo. Experimentamos la triste conversación con nosotros mismos. ¡Que difícil, Dios mío! nos decimos ¿Que hacer para recuperar su atención, su amor? Y se nos ocurren tantas cosas… pero, ¿vale la pena realmente? Solo si contestamos a unas simples preguntas -objetivamente, sin compasión, ni miramientos de ninguna clase- entonces podemos estar cerca de sacar la mejor conclusión, aunque nos duela, pero al razonar, meditar y reflexionar, podremos decirle adiós desde el interior con menos sufrimiento y mayor fortaleza espiritual.

Piensa: tu eres una criatura del universo que vive, ama y siente como otras criaturas igual a ti. Tienes posibilidades de triunfar, tantas, como de fracasar, ¿verdad? si por un instante dejaras de ver y prestarle atención a la posibilidad de fracasar, entonces comenzarías vislumbrar el triunfo. Los seres humanos son seres sociales, todos tienen un punto que los enrai­za y los fija en una posición dentro del esquema social y universal. El mundo por todos observados es similar en todos los casos. Vemos y percibimos el mundo tal como lo hace otro ser humano, sea que resida en la China como en América, en Europa como en Asia. Todos perciben el mundo a través de los sentidos que han sido educados para percibir de una forma y no de otra. Aquella persona que modifica su visión y percepción del mundo, comienza a ver otras realidades que no están sujetas al mundo conocido por todos, son realidades espirituales, energéticas y dimensionales que interactuan en nuestro cotidiano mundo.

El amor es uno solo pero las formas de amar son muchas. No te niegues la posibilidad de conocerlas a todas. No te quedes con una Única formula que hasta ayer parecía infalible. Sabes, cuando uno ha dejado de ser el centro de atención del otro sobreviene un desgarro interior producto de un enlace efectivo entre dos personas, filamentos muy sensibles quedan flotando en el espacio, arrastramos con nosotros esos filamentos… como ropas desgarradas y la gente lo nota. Sabe de nuestra tristeza.   Todo pasa en la vida, como pasan las nubes en el cielo. Todo pasa como pasa una hora, de un momento a otro. En casos así debes purificar tu espíritu, con música, respirando profundamente, y si tienes deseos de llorar, hazlo.  Llora todo lo que sientas y luego, mi­rate al espejo. Preguntate por la persona que ves allí. ¿Esa es la imagen de tu persona? Algo en tu interior te dira que no. Pero mi­rate bien, no esquives la mirada y no intentes tampoco agredirte. Tan solo piensa, ¿eso eres tu?… en el vacío de tu alma, un eco te dara la respuesta.

Todo avance en la vida lleva consigo una marca de sufrimiento. Lo único y necesario es que no hagas de esa marca la publicidad de tu vida, es tan solo un recuerdo del alma, un accionador interior que te impulsa a dejar el pasado atrás, mirar hacia el futuro, reconocer lo bueno que tienes en la vida por vivir, aspirar profundamente, señalar hacia adelante y acelerar un poquito mas tu corazón.  Tus pasos se encaminaran hacia un nuevo despertar.

Se fuerte, se feliz. Sonríe, por favor, no dejes que las manchas oscuras del ya no ser acaparen tu luz y trata de encontrar en lo pequeño, la magnifica posibilidad de ampliar tu percepción. No te dejes vencer, que a pesar de tanta tristeza, el mundo tiene motivos hermosos para ser feliz. ¡ Vive ! Algún día te tocara a ti ayudarle a otra persona a vivir y seguramente lo harás mejor que nadie!

La Opcion Ha De Ser Tuya…

¿Es necesario estar enamorada y que él lo esté para vivir una pasión sin límites?

No siempre amamos a quien deseamos, ni deseamos a quien amamos. Y esto a veces crea un cierto mal de conciencia. Pero, ¿acaso no se puede disfrutar de la sexualidad sin que haya un compromiso de por medio? Las opiniones son muchas, y tan diferentes… Pero la opción ha de ser tuya.

La problemática del sexo, como fuerza irrefrenable, ha pasado del más severo de los controles a la más bella de las satisfacciones. Muchas veces el camino hacia el sexo es lo más parecido a una carrera de obstáculos, pero esta vez, morales. Y es que a veces parece que el amor da al sexo una especie de cubierta ética que hace que la vida sexual pueda vivirse sin culpas. Esa moralidad está constituida por un conjunto de normas que nos dicta lo que está bien hacer y lo que está mal.

"Definitivamente está mal tomar al otro como objeto sexual", nos dictan las convenciones culturales y sociales. Pero llegado el momento de la intimidad ¿quién podría afirmar si es sujeto u objeto de deseo? ¿No se es, acaso, las dos cosas al mismo tiempo? El deseo por lo que está por venir Dejarse seducir es un pasaporte a la aventura. Como todo viaje a lo desconocido, implica riesgos y limitaciones a las que una se expone.

Abandonar el miedo y dejarse conducir por los territorios inexplorados del erotismo, propio y ajeno, es posible tanto entre un matrimonio como entre un hombre y una mujer que se acaban de conocer. El deseo aparece cuando no se conoce lo que está por venir. Descubrir el secreto que se esconde debajo de los atuendos cotidianos es una invitación al placer. Es tomarse vacaciones de la realidad, y dar lugar a las fantasías.

Cuando se produce un encuentro con un desconocido lo previsible queda absolutamente de lado, nada sabemos de ese otro: sólo que nos resulta atractivo y nos provoca ese "extraño cosquilleo".

¿Quién pude negar la jovialidad que imprime en nuestro ánimo sentirse deseado por la persona que nos gusta? Se necesita un poco de suspenso, aceptar el desconocimiento de esa "verdad" que será revelada en unos momentos. Esperar con ansias el instante de la revelación, de la experiencia mística de lo extraño

¿Remordimientos? ¿Compromiso?

El juego de las formalidades entre dos personas que no se conocen, pero que se atraen, pone en funcionamiento un sinfin de estrategias; el cuerpo comienza a hablar por sí solo, los gestos, lo que no se dice o lo que se desliza entre las palabras dan la clave de la aceptación.

El secreto de lo que cada persona es queda confinado al ámbito de lo privado y es ese el lugar donde se desatará el combate por el descubrimiento. Y pese a lo maravilloso que pueda resultar el conocerse con otro sólo a través del sexo, nos dejamos conducir por prejuicios sociales y reglas morales.

Acaso, ¿no seguimos considerando más elevado "El Sexo con Amor" y de un modo inferior, como en el zócalo de nuestra sexualidad, "el sexo sin amor"? ¿Será que se continúan considerando como más gratificantes las pasiones comprometidas que las que sólo ponen en juego al cuerpo, al menos en primera instancia? ¿Por qué no podemos pensar que a veces la sexualidad trasciende los límites de lo meramente físico y que nos otorga un goce, de otro orden, tan conmovedor como el éxtasis que nos provocaría si se involucrara el amor? Vivir un sexo divertido.

La sexualidad en la mayoría de las personas es vivida con solemnidad. ¿Por qué?, ¿Acaso el placer no aporta felicidad y, como todo lo que nos hace felices, también nos da alegría? Vivir el sexo como algo divertido, es algo que no todas las personas se permiten. El cuerpo es la primera posesión que cada ser humano tiene desde el momento que nace, la más natural y la más legítima. Por medio de la sexualidad y del uso que hacemos de ella, nos estamos haciendo dueños de nosotros mismos.

Después de la llegada de Freud y su invención del psicoanálisis en plena época victoriana, la sexualidad comienza a tomar para el ser humano un ámbito mucho más amplio que el de las grandes convenciones morales o el de los más liberales de los pensamientos. Desde esta mirada no podemos dejar de lado que algo del orden de lo afectivo está en juego en cualquier encuentro, aún en el más fugaz. El cuerpo de cada uno no es sólo un mapa físico, también conlleva todas las sensaciones y vivencias que dan lugar a quienes somos.

¿Más vale solo?

Nadie puede pensar que una persona que no está comprometida debe renunciar al placer del sexo. Muchos deciden estar solos. ¿Eso los inhabilita a llevar adelante una vida sexual a la medida de su deseo? Y aunque la soledad no forme parte de una elección, ¿hay que esperar a que aparezca "el príncipe azul" o "la bella durmiente" para mantener relaciones sexuales? Experimentar la calidez que produce el contacto entre dos cuerpos, aunque no sea más que por una noche, puede ser maravilloso y hasta puede resultar una sorpresa inesperada.

¿Quién dice que ese que duerme en este momento a tu lado, no sea la persona que estabas buscando?

El miedo al compromiso Otra mirada a la hora de abordar el tema del sexo sin amor puede conducir a preguntarnos por el miedo al compromiso. La noche esconde y oculta una gran variedad de personas que temen ser dominados por otro. El temor a perder la libertad se presenta como uno de los principales impedimentos para formar una pareja. La responsabilidad de llevar adelante una relación, tanto en ellos como en ellas, los mueve casi al pánico. ¿Qué se esconde detrás de ese miedo, cuál es la libertad que se pierde? ¿Será, paradójicamente, el miedo a poder elegir, a inventar otras maneras de amar? No todo queda reducido al plano de lo psicológico ni se requiere de un psicoanalista para abandonar la soledad. Puede ser que el miedo al compromiso exista; o también es posible que la soledad sea tu mejor compañera. Ni una cosa ni la otra son un dogma. La opción es tuya. Busca dentro de ti misma y escoge para ti.

La Pareja No Es Eso…

Uno de los problemas de nuestra actitud desmitificadora es que atenta contra toda la tradición cultural basada en que con el casamiento se resuelve todo. Todas las historias de amor terminan con un final feliz: "Se casaron, fueron felices y comieron perdices(?)"

Despertemos a los distraídos: La pareja no es eso.

La pareja es un camino nuevo, un desafío. Con ella nada termina, al contrario, todo comienza. Salvo una cosa: la fantasía de una vida ideal sin problemas.

Es duro tener que dejar de lado nuestras fantasías sobre lo que podría ser. Es una renuncia importante. Esa pareja ideal con la que soñé desde que era una niña muere con el matrimonio y es un gran dolor. Ciertamente cuando me doy cuenta de que no es asi, empiezo a odiar al culpable.

Es necesario aprender que soy yo la que tiene que resolver su propia vida:

Que me gusta.

Como voy a mantenerme.

Como quiero divertirme.

Cual es el sentido que le quiero dar a mi vida.

Todas estas cuestiones esenciales son personales, nadie puede resolverlas por mi. Lo que puedo esperar de una pareja es un compañero en mi ruta, en la vida, alguien que me nutra y a su vez se nutra con mi presencia. Pero sobre todo alguien que no interfiera en mi camino de vida.

Esto es bastante.

La peor de nuestras creencias aprendidas y repetidas de padres a hijos es que se supone que vamos en búsqueda de nuestra otra mitad. Por que no intentar encontrar un otro entero en vez de conformarse con uno por la mitad?

El amor sano se construye entre seres enteros encontrándose, no entre dos mitades que se necesitan para sentirse completos.

Cuando necesito del otro para subsistir, la relación se hace dependencia,

Y en dependencia no se puede elegir.

Y sin elección no hay libertad.

Y sin libertad no hay amor verdadero.

Y sin amor verdadero podrá haber matrimonios pero no habrá parejas.

Fritz Perls – El Padre del Gestalt

Yo soy yo
Vos sos Vos
Yo no estoy en este mundo para cumplir tus expectativas
Vos no estas en este mundo para cumplir las mías
Vos sos Vos
Yo soy Yo
Si en algún momento o en algún punto nos encontramos
Es Hermoso
Sino no puede remediarse.
Falto de amor a Mi mismo
Cuando en el intento de complacerte me traiciono
Falto de amor a Vos
Cuando intento que seas como yo quiero
En vez de aceptarte como realmente sos.
Vos sos Vos y Yo soy Yo.
De Fritz Perls